El traje femenino
Evolución de la cofia : hasta 1845, la cofia era casi idéntica de Carhaix a Châteaulin. Cubría totalmente el cabello pero, con el tiempo, la cofia ha ido reduciéndose, dejando visible el pelo por atrás y reduciendo las alas, tanto en anchura como en longitud. En los años 1920, las mujeres llevan una cofia que se recorta tanto que algunas permiten incluso el rizado del flequillo en la frente. Evolución del cuello : antiguamente era muy amplio, daba la vuelta completa ocultando totalmente el cuello femenino. Hacia 1890, la parte delantera se afloja para mayor comodidad y también por coquetería. Posteriormente, el cuello queda visible, limitándose este complemento a ser un simple adorno que reposa sobre la parte alta de la espalda del corpiño. La escarapela : hasta 1910, es una corona de flores. De 1910 a 1920, se adorna con un tocado de plumas cada vez más elaborado . Después de 1920, desaparece. La falda : hasta los años 1910-1915, la falda ocultaba completamente los tobillos. Después de la segunda guerra mundial, la longitud de la falda ha seguido la evolución de la moda procedente de la ciudad recortándose. En cambio, la banda de tercipelo ha ido ampliándose hasta tapar la falda, sobre todo en el caso de las familias más pudientes. El delantal : hacia 1920, el delantal se enriquece con bordados de hilo de algodón, de seda e incluso de oro ; algunos son pintados a mano. Hacia 1930 aparece la técnica del bordado llamada 'Richelieu' que dará lugar a los magníficos delantales calados que se convertirán en verdaderos encajes. Las últimas mujeres vestidas con el traje tradicional van a simplificar al máximo estos diferentes complementos terminando por adoptar un corpiño negro con mangas abotonadas, un mandil sin el peto o " tapeled " y una cofia muy reducida. |